16/5/08

Vino y Cante



¿Cómo se puede entender el flamenco sin la compañía de un vino andaluz?
Desde antaño se le ha cantado con distintas histórias. Se han hecho leyendas de todo tipo; desde el mal vino que embriaga y destroza, hasta el vino bueno que entona y anima.
Hay un vino buscado en momentos de dolor y amargura, y otro que se busca para la fiesta y la alegría.
A él recurren muchos cantaores durante los difíciles momentos en que tienen que encontrarse con toda esa liturgia del cante, en donde abren toda su alma ante un público desconocido y cada vez distinto al que tienen que entregarse por entero.
Situaciones más generosas son esas otras en las que grupos amigablemente reunidos cantan o celebran algo en torno a la copa de vino.
Y nada mejor para todo ello que el vino andaluz, con todas sus variedades: manzanilla, fino, jerez, amontillado, oloroso, dulce...; cultivado en rubias cepas de Málaga, Sanlucar, Moriles, Jerez, El Puerto, Montilla, El Condado..., trabajadas por manos que junto a voces que entonan fandangos, soleares, alegrias, tonás o algú cante de trilla, las impregnan desde su raíz del misterio que encierra el flamenco.
En las etiquetas de sus botellas - he encontrado tantas que me resulta imposible traerlas todas a este relato - aparecen temas también aflamencados: toros, guitarras, volantes, gitanas, sombreros, mantillas...
Asi pues el vino andaluz tiene una gran connotación flamenca.
Pero este vino no es cualquier cosa; hay que saberlo beber para no encontrarse con sorpresas desagradables.
Existe en torno a él todo un rito; no se puede tomar a sorbos grandes y tragos largos, como quizá haríamos con un Rioja. Tiene que beberse despacio, solo mojándose los labios, sin apenas bañar la boca; oliéndolo,saboreándolo...
Con una copa de él se puede permanecer largo tiempo en agradable compañía; disfrutando vino y amistad.
Los andaluces dicen que "al vino hay que darle mucha conversación."
Al comentarle ésto a un querido amigo de Jaén, que tristemente ya no está entre nosotros, me contó la escena que guardo en la memoria:
"Si, mira - me dijo - En una ocasión, al salir de una taberna de esas que posiblemente ya no existen, en donde se vendía el vino a granell, sacado de barriles; coincidí con dos viejos que hablaban en la puerta. Delante había parada una cuba para abastecer de vino a esos barriles.
Uno de ellos, mirándola, le dice al otro:"no veas la cantidad de palabras que hay metidas en esa cuba" "
Desde aqui, te recuerdo Jose-Luís; con una copa de aquel vino que también nosotros compartíamos en entrañables conversaciones.



(Fotografía de la página "Jerez de Cine" de Jose Luís Jiménez)

12 comentarios:

Manuela dijo...

Estimada Ramona
Tu preciosa elegía me ha hecho recordar mi infancia andaluza y las largas sobremesas en que la familia compartiamos tan buenos momentos.
Muchas gracias por este viaje al pasado.

Anonymous dijo...

Mi mas sincera enhorabuena por tu increible blog, desde la Asociación de Flamenco de la Universidad de Extremadura ( FLAMENCUEX ).
Una autentica enciclopedia para los amantes de este arte.
Un sitio magnifico.
Un saludo flamenco

América dijo...

Ramona!,compartimos una copa de Jerez!....Que buen post,lo disfrute encantada...A tu salud y un enorme abrazo!

Ramona dijo...

Que bién Manuela que te hayas podido dar una vueltecita por el pasado...
Gracias por compartir.
Saludos flamencos

Ramona dijo...

FLAMENCUEX:
Muy halagüeño vuestro comentario. Potenciais a continuar con ilusión Agradecida y contenta.
Afecto

Ramona dijo...

América, amiga:
Aqui está la botella. Tengo varias marcas. Suelo gastar TIO PEPE ¿Te gusta? , pues a él.
Con la copa bien alta ¿Por qué brindamos?. Por este flamenco que fomenta amistades cercanas y lejanas en la distancia.
Arriba la copa...

Anonymous dijo...

Nos encanta todo lo que escribes. Siempre gracias Ramona. Saludos sevillanos

PEDRO DELGADO dijo...

Estupenda entrada.

Brindo por ti, Ramona; pero lo haré con un buen tinto denominación de origen "Ribera del Guadiana" de Almendralejo o Villafranca de los Barros. No sé si desprende los efluvios flamencos de un "fino" o un "jerez"; pero le sobra calidad.

Intenta probarlo y si quieres te mando una botellita a tu salud y a le de todos los buenos aficionados al flamenco.

Saludos flamencos.

Ramona dijo...

Muy agradecida a esos saludos sevillanos. Respondo con otros castelloneros con un toquecillo flamenco que todo es posible.
Encantada que os gusten mis entradas. Seguid con ellas.
Por alegrías.

Ramona dijo...

Hola Pedro Delgado:
Lo de la botellita no está mal.
No, no conozco el vino denominación "Ribera del Guadiana", y eso que no hace mucho tiempo estuvimos haciendo un rastreo de todos los vinos de nuestro país. Quiero decir probándolos todos en la comida. Que por cierto son muchos y hoy por hoy todos bastante buenos.
Como decía García Lorca: "En España todo es bello".
Saludos

LaClau dijo...

Querida Ramona,
Hemos estado conversando sobre compañeros de la vida, el tiempo es uno -como bien dijiste en nuestra conversación de café- y el otro, indudable y felizmente es el vino. El vino acompaña al ser humano desde el principio de los tiempos y no ha dejado de hacerlo. Un buen vino acentúa los buenos momentos, compañías, baile y palabras y uno malo puede hacer que todo pierda sentido.
Valioso posto. (Bueno, ¿alguno no?)
Un beso desde México y salud, con un vino mexicano -en esta ocasión- de Monte Xanic o de Casa Madero.

Ramona dijo...

Por supuesto que un brindis con vino mexicano. Y un brindis por la amistad, por el flamenco que no ha llevado a ella y por la maravillosa música mexicana. ¡Que bellos los mariachis! ¿Acompañamos a nuestro brindis un corrido de Aceves Mejia, que me encanta, o Pedro Infante, o lo que tú mejor quieras?.
Todo acompañado de cariño entre continenetes.