11/5/07

La rayuela


Estás jugando conmigo
cual se juega a la rayuela
no te apiadas si me pisas
o con el tejo me pegas.
Y yo solamente quiero
que ganes y que no pierdas.


¿Por qué he querido citar en un cante flamenco este juego infantil?
Ni yo misma lo sé.
Ayer, al pasar por una placeta, me quedé gratamente sorprendida al ver como unos niños lo jugaban. Ahora ya ninguno lo hace.
Estuve contemplándolos y me parecieron realmente bellos en un juego sencillo, para el que no hace falta ni dinero, ni violencia, ni tampoco talento o preparación. Pueden jugarlo todos; solamente se necesita, habilidad, ilusión, y la agilidad que a esa edad no falta.
Me sonreí al ver que no sabía como llamarlo. Lo jugué con tantos nombres a través de los diversos lugares del mapa por los que pasó mi niñez...
Lo aprendí en Aragón, de boca de mi madre, como "descanso".
Para luego jugarlo en Alicante como "tranco".
En Palma como "piso".
Y finalmente en Castellón como "sambori".
En todas partes era el mismo; únicamente cambiaba el nombre, y los niños que me acompañaban.
Aún conocí otro vocablo que lo denominaba de distinta forma. Era esa preciosa palabra de la lengua castellana: "rayuela"
Aunque entonces no estuvo conmigo, me gusta utilizarla como título de esta reflexión.
Y también para que abrace en uno, todos los nombres de mi juego infantil.


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