Martirio

En el Edifio Hucha, de la Fundación Caja Castellón-Bancaja, y en el ciclo de conferencias "Femenino Singular", se presenta a Maribel Quiñones "Martirio", que viene con el tema "La mujer y la copla".

Maribel: En 1994 Blanca Álvarez, en una entrevista, te preguntaba: "Se dice que el futuro, el próximo milenio, será femenino ¿singular o plural?..."Hoy por pura casualidad, te encuentras inmersa en un ciclo de conferencias que se titula Femenino Singular, y que vas a versar sobre la mujer...

Tú contestabas a esa pregunta:"El futuro tendrá mucho de femenino. Existe una revalorización y un despertar de la mujer que es el movimiento más fuerte que hay ahora mismo en la sociedad. Eso puede conducir a una mayor sabiduría y tolerancia. El futuro tiene necesidad de la esencia más profunda de la mujer.

Ha pasado mucho tiempo y estamos de lleno en ese "un próximo milenio" que anunciaba Blanca Álvarez. En estos momentos ¿qué contestarías? Que corroboro eso, que corroboro que... estoy muy contenta de la cantidad de mujeres que están responsabilizadas, comprometidas, con valentía, con libertad, con una preparación grande, sin ningún complejo frente al poder de los hombres, con mucha más autonomía. No conozco muchas mujeres que me gusten, a las que no les importe estar solas en vez de estar con alguien por no sentirse solas. Creo que la mujer está mucho más autónoma que nunca. Es un momento maravilloso, y que tenemos que seguir luchando, sobre todo a través de la educación, malos tratos, cualquier tipo de vejación que haya sobre la mujer, que todavía existen en muchos sitios por desgracia... pero estamos ahora en un momento pletórico, y sigo pensando que el futuro es femenino.

Versátil en tu hacer musical; puedes pasar de un género a otro: jazz, canción sudamericana, rock, copla española, flamenco... y siempre con tu desafiante personalidad de extrañas peinetas, llamativos pendientes, gafas siempre oscuras, abanicos exóticos... ¿coquetería o cuestión de marketing? Mira en mi vida no ha habido nunca marketing; ni a través de compañías discográficas, ni a través de productores, ni a través de nadie. Para lo bueno y para lo malo me lo he hecho yo, solita, siempre contando con colaboradores artesanos, gente que sabe más que yo, siempre preguntando. Pero sería muy dificil seguir poniéndome lo que me pongo, seguir intentando sorprender y sorprenderme si fuera una cuestión ajena a mi. Martirio es un personaje que he creado yo para ser yo misma, y que disfruto mucho con todos los miriñaques y todos los baules que tengo porque me gusta muchísimo la magia y el teatro, la transformación que sucede en mi cuando me visto de Martirio.

Ahora vienes con una faceta nueva en ti, la de conferenciante, ¿es un eslabón más en la cadena de tu dilatada carrera? Bueno, mi carrera está basada en la comunicación. Yo amo a la gente, sobre todo a la gente que es natural y que es sencilla de alma, que tiene el amor por bandera; creo en esos hombres y en esas mujeres del siglo XXI, con pocos complejos, con poca hipocresía para decir lo que sienten, con mucha responsabilidad por el futuro, con ganas de hacer lo que sea que hagan bien hecho. Entonces la comunicación para mi es un abanico que se abre, desde la conferencia hasta el teatro, escribir un libro, hacer un programa de radio de cualquier tipo, de presencia y de bumerang, todo lo que sea con el público me encanta. Ójala que a la gente le guste también. Pues seguro que sí, porque está acudiendo mucho público... No, no, todavía no, Ramona, hasta que termine no digas nada...

Eres de Huelva: huelvana, onubense, choquera, y fandangona , ¿Nos vas a obsequiar con un fandango? Bueno, no era esa la idea, pero yo soy como una máquina; me echan una moneda y canto lo que me digan...(risas). Sí, puede ser; no estoy acostumbrada a cantar a capella, pero vamos algo cantaré, seguro. Lo más grande para mí es el flamenco. Desde que... creo que empecé a cantar. Fue Paco Toronjo, que era el rey del fandango; y a través de él, y como era tan auténtico cantando... fue, creo que es lo que me abrió la puerta a la vocación de cantar. Era una persona que te cambiaba la vida si lo sabías escuchar bien.

Muchas gracias, Martirio. Gracias a ti, cariño.

Salgo deprisa de la rueda de prensa ofrecida a periodistas y televisión, con temor a no encontrar sitio en el salón de actos donde va a actuar Martirio. Efectivamente, lleno a rebosar, pero tengo la suerte de que alguien me ha guardado un asiento.

Alfredo Llopico inició el acto presentando a Maribel Quiñones, con palabras que ésta le había confesado: "lo mejor de la vida es la ilusión". Ilusión que ella lleva en si: caracter cálido, abierto, alegre, simpático, dicharachero... lo que no le quita de su siempre postura de contestación ante la injusticia y disconformidad.

Magistral conferencia en la que tocó diversos situaciones políticas y sociales, pero siempre relacionadas con la copla y la mujer: protagonista y víctima.

Una exposición de todos los temas que encieran estas coplas, temas casi todos trágicos, argumentos existentes en no pocas partes de aquella sociedad de principios del siglo pasado; encarnados en la vida de muchas mujeres de entonces: apasionamiento, masoquismo, frivolidad, humor, amor ciego y absorvente, celos, intrigas, adulterio, amor público...

Desertó sobre cada uno de estos puntos con exquisito humor e ironía, añadiendo un breve cante aludido a cada uno de ellos, que los hay para todos.

Aqui me di cuenta de algo que quizá no se ha reparado: la cantidad de coplas que hay y lo mucho que ellas abarcan.

Se abrió un dialogo simpático y familiar para terminar cantando a capella (como todos los cantes de la noche) el bonito fandango esperado por muchas personas del público:

Que ausentándome te olvidaba

yo creía inocentemente

que ausentándome te olvidaba

y tuve el inconveniente

que contra más me alejaba

más te tenía presente.