Cádiz ( I )

En la entrada que publiqué con fecha 1 de enero 2012, a la par que recibía el nuevo año citando a Cádiz y su "Pepa", me hacía el propósito de darme por aqui una vueltecita.

He querido cubrir dos objetivos: el de la conmemoración del bicentenario de la primera Constitución Española, "La Pepa", y la del 20 aniversario de la muerte de Camarón de la Isla.

He encontrado una buena oportunidad aprovechando el monovolumen de mi hijo que todos los veranos en estas fechas va a El Puerto  de Santa María para visitar a su familia política, y las tres generaciones, desafiando el calor del mes de agosto, nos hemos propuesto hacer los más de 800 Kms. de carretera, con la seguridad de que "sarna con gusto no pica", y en este caso," tampoco mortifica."

He roto la alcancía que para este fin iba alimentando desde entonces, y me ha dado para cuatro días en esta ciudad, sabiendo que la vuelta sería de ocho horas y media Sevilla-Castellón en tren, pero igualmente sin picar ni mortificar.

He cumplido el primer objetivo con la visita al monumento de dicha Constitución en la Plaza de España, reverenciando este símbolo de la libertad de un pueblo. 

Me he sentado en un banco recreándome en la contemplación de esta estatua femenina que representa todo ello. Había un señor que me ha informado de algunos de los actos que se van dando con motivo de este bicentenario. Me cuenta que es de Segovia, que lleva 50 años en Cádiz casado con una gaditana, y me dice con un cierto tono de resignación, "pero me siguen llamando el segoviano, porque yo no tengo gracia, y ellos son graciosos..."

He dejado el segundo objetivo para cerrar mi estancia en esta tierra de "salada claridad", que diría Manuel Machado.

Entre medio he callejeado Cádiz, lo he disfrutado, y he reafirmado aquel cante que escribí hace tiempo:

Que suerte, madre, que suerte

que tengan tal relación

las alegrías de Cádiz

con la jota de Aragón.

Aragonesa es mi sangre

y flamenca mi afición.