Hablando con...

"(...) para mi la danza clásica era muy lejana, y en cambio la española la sentía mucho más cerca a pesar de estar yo siempre en lo valenciano (...)"

"(...) a partir de los cuatro años de estudio empiezas a tocar ya algo de flamenco, y hay un momento en que lo conocí y dije ahi...Ya tenía muy claro que entrar en eso era para mi una forma que me venía muy bién (...)"

Estoy en la plaza de La Muralla Liberal de Castellón.

Se conserva de ella solamente un trozo muy pequeño y en muy mal estado. Sin embargo está catalogada como Bien de Interés Cultural.

"{...} Los tramos de las murallas que se conservan actualmente fueron levantados en el año 1837 sobre las murallas medievales que ya existían, después del asedio al que la ciudad se vio sometida por parte de las fuerzas carlistas durante los días 7, 8 y 9 de julio de ese mismo año. Una vez pasado el peligro fueron derribadas hacia el año 1855, pero vueltas a levantar durante la II Guerra Carlista (1873-1874)" (castillos/net)

Se la conoce por este nombre debido a que fue construída por los liberales castellonenses.

Aquí me he citado con la bailaora Aloma de Balma.

Ha sido dificil contactar. Llevábamos tiempo intentándolo, cuando una podía la otra no. Ella está a caballo entre Castellón, su ciudad natal y Madrid donde reside actualmente; aunque muy arraigada a la tierra aprovecha todas las oportunidades que tiene para hacer una escapada. ¿Me equivoco, Aloma?

No, no, para nada (risas). Eso es muy cierto. Es verdad, es verdad.

Yo recuerdo tu venida al mundo en el seno de una conocida familia de la soca castellonera, como por aqui se dice, y vi en su momento como te echabas a andar entre biós, faldas de labradora, gipons, mantelinas, delantales bordados y demás enseres del vestir antiguo, hoy ya histórico, pero usado en situaciones festivas, y que se vive intensamente en tu hogar.

Perteneces a esta familia de antiguas raices de sabor valencianista, y de repente, la niña Aloma dice que quiere ser flamenca. (risas)

Cambias toda esta indumentária por la bata de cola, los volantes, zarcillos y peinetas... Y dejas el bolero, la marinería, la jota y la dansá...para irte por soleares, tangos, alegrías... como si te hubieras criado en Triana o el Sacromonte. ¿Que mágia operó en ti para transformarte de esta manera...?

Bueno, pues sí , es asi. Es cierto que dentro de la família en que me he criado, siempre tan interesados y estudiando mucho el tema del folclore valenciano, yo continué asi desde chiquitita, con ésto, poco a poco seguí con el ballet, y empecé a estudiar en academia. Dejé un poco de lado este folclore y seguí con el tema más académico, con lo cual a los tres años, o sea a los tres años de empezar la carrera conocí el baile español. Tendría como nueve o asi. Entonces al conocer la danza española ya si que vi una parte que me gustaba. Claro yo venía del folclore, y entre lo académico que era lo clásico, y la danza española, encontré claramente la identidad y dije: bueno, yo es ahí donde me siento bien. Porque para mi la danza clásica era muy lejana, y en cambio la española la sentía mucho más cerca a pesar de estar yo siempre en lo valenciano, pero era una forma de expresión... tambien popular, claro, y a partir de los cuatro años de estudio que empiezas ya con algo de flamenco, aparece éste, y hay un momento en que lo conocí y dije ahí. Ya tenía muy claro que entrar en eso era para mi una forma que me venía muy bien, que yo me sentía a gusto; entonces empecé a querer conocer un poco más para poder profundizar...

Desde aquellos estudios en las academias Coppelia, Vivaldi...donde con luces, espejos, tarimas y mucha ilusión empezaste de niña tus estudios de baile, pasando luego por el Conservatorio, Escuela Amor de Dios de Madrid... ¿cuantas cosas buenas y no tan buenas se han dado en tu vida hasta llegar a lo que hoy ya eres: una profesional...?

Lo más importante quizá hayan sido los pequeños pasos que vas dando poco a poco. Que dentro de estos estudios, cuando terminé la carrera en el Conservatorio, ya profesional, empiezas a pisar el escenario y es cuando vas mejorando, aprendiendo, y viendo lo que es esta vida, este estilo de vida, este tipo de vida... Realmente es cuando aprendes más, porque te dan muchas teorías, muchas pautas para tú poder utilizar, pero realmente donde tú vas aprendiendo es al salir al escenario, tienes que vivirlo luego, una cosa es la teoría y otra la práctica. Efectívamente, esos pasos, poco a poco, es lo que a mi me hacen crecer día a día. Cada vez que piso el escenario, sea donde sea, eso me hace avanzar muchísimo, tanto en el plano personal como en el profesional.

Muchas alegrías y algún mal sinsabor también, o todo han sido rosas en tu camino. No, no, la verdad que no; como a cualquier persona he tenido algo... momentos dificiles... momentos que en nuestro trabajo se te caen muchas cosas; y se caen desde contratos hasta galas que para ti son importantes, y que lo haces siempre con mucha ilusión... y de repente el día que cae algo, pues eso es... pero bueno hay que tirar para adelante porque ésto es asi, es una lucha contínua... Yo estoy segura, porque lo veo, que estás muy arropada por todos los tuyos, que te siguen con un gran respeto en lo que has elegido, aunque te hayas ido por caminos diferentes. Puedo estar muy contenta y agradecer a todos que siempre los tengo a mi lado, porque saben lo dificil que es. Ésto lo viven conmigo, y me animan siempre a que no deje de hacer lo que he querido, y siga adelante.

Tú ahora vives en Madrid ¿Tienes alli trabajo? ¿Como te las arreglas? ¿Estas en tablaos?... Sí, he estado en Casa Patas, Las Carboneras... realmente en los tablaos de Madrid he trabajado en todos. Vengo de pasar una temporada en el Café de Chinitas. Lo más reciente ha sido en Barcelona, en el tablao que en el Puebo Español se levantó a Carmen Amaya.

¿Y de perspectivas a la vista?. Pues tengo ya firmado un contrato en Nueva York para tiempo indefinido, y luego otro en Estambul en el que daré unos cursos, asi como también en Castellón otros cursillos en diciembre.

Bueno y lo de Japón ¿que pasó, quedó ya atrás?. Lo de Japón me han ofrecido ir otra vez con mi chico, Antonio Sánchez, pero al final no será. Quizá por otros trabajos más importantes para él no tiramos hacia adelante; pero bueno Japón siempre está ahi. Un contrato de seis meses en Tokio es uno de los mejores contratos, de los más importantes, no a nivel económico, sino a nivel profesional; por ahi pasan los mejores artistas del flamenco de Tokio, los mejores artistas del flamenco de España... y es un sitio emblemático, donde se trabaja muy bien y donde se es muy respetado como artista.

Has dicho algo que yo no pensaba tocar por respeto a tu vida privada, pero tú lo has nombrado "mi chico" (risas) ¿Hay chico por enmedio? ¿Está también en el mundo del flamenco? Sí, es guitarrista, y también trabaja conmigo. Siempre que podemos trabajamos juntos.

Tú también tenías ese grupito: Sal, Mel y Vida ¿qué fue de él? Efectivmente, pues muy bien. Yo tengo un recuerdo muy bueno de Sal, Mel y Vida. Es algo que creamos nosotros a partir de una amistad, y quisimos juntarnos para crear un espectáculo que pudiéramos dar algo de nosotros mismos, un poquito de lo que éramos. Lo que pasa es que Sal, Mel y Vida empezó joven y realmente también nuestras espectativas de trabajo y de vida han cambiado. Poco a poco hemos ido madurando y sin querer nos hemos ido separando, pero casi más físico... ¿Como espectáculo está finalizado?. Como espectáculo de momento está frenado, pero bueno tampoco nunca se ha deshecho, siempre hemos sido el grupo de gente que somos: medio de Valencia, medio de Castellón, con el sentir flamenco, bueno, la verdad es que si; de hecho dos de los miembros ahora mismo están viviendo en Andalucía, entonces, claro, también para nosotros es complicado. Yo me fui a Madrid, ellos se han ido; cada cual está en su sitio, uno en Granada, otro en Córdoba... ésto también es bueno porque intercambiais experiencias. Sí, sí, ésto es lo que nosotros hemos pensado; no es que nos separemos y ésto se corta, sino que simplemente cada uno está viviendo lo suyo, y si un día nos tenemos que volver a juntar, pues adelante; y la verdad es que es muy bonito; hemos aprendido también juntos y eso siempre lo tenemos.

Y sigues sorprendiéndonos de nuevo con otro cambio: yo conocí a una Aloma Escuder, tu nombre de pila, que asi hicistes el principio de tu vida artística, y de pronto otra vez esta Aloma Escuder se transforma y aparece una Aloma de Balma. ¿Qué se volvió a operar en ti? Eso es algo que he hecho por mí, porque una cosa es mi identidad, las raíces de donde yo vengo, que no soy de Andalucía, me he criado en valenciano. Es curioso, yo a veces también tengo problemas al escribir mi nombre, a la gente le cuesta, ponen la "p" delante, la "o" detrás. Entonces lo he hecho por mi identidad. Yo soy de aqui, ésto es lo mío, aunque yo me dedique y me haya involucrado en el mundo del flamenco. Ésto es para mi ya un mundo castellano; yo apredí a hablarlo de mayorcita; entendía perfectamente pero pensaba que no iba a saber responder, pero ahora no tengo ningún problema. Ahora has cambiado a la parte más castiza: a Madrid... Ya, y de hecho la gente no me suele notar nada. Bueno dentro de este mundo hay mucha gente de Andalucía; a veces me preguntan si soy andaluza, si soy de abajo... por eso yo por un lado quería mantener mi identidad y por otro la profesión...

No quiero despedirme de ti sin ante muy osada preguntarte: Aloma ¿qué nueva transformación nos preparas? (risas) Bueno, de momento estoy metida un poco en un pequeño proyecto que seguramente es para enero y... no puedo decir mucho más... Ahi esta la transformación. ahi está, haremos algo. Será aqui en Castellón. A ver por donde nos sales. Ya dirás. Sí, sí claro...

(Se puede ver a Aloma de Balma a través de Youtube)