1/11/13

La madre y la compañera en las coplas flamencas


Entre los regalos que recibí el pasado agosto con motivo de mi cumpleaños, está el libro de José Cenizo Jiménez titulado “La madre y la compañera en las coplas flamencas”.


Es una interesante recopilación de letras para cante.  
El autor del libro define y explica los versos y se recrea en matices, que sin todo ello, quizá, pasaría desapercibida parte de su esencia.
Habla del amor, uno de lo temas  básicos del cante flamenco.
Empieza con lo que llama Amor, voraz enredadera: amor humano, donde aparecen recogidas todas las situaciones que de él se desprenden, tan reales como la propia vida;  para pasar luego a la segunda parte: la madre, con un  también  completo contenido de amor y dolor en  La Madre, el amor que no cesa.

A veces las letras flamencas no se analizan en toda su profundidad, y quizá por esto el flamenco no despierta, en número, el interés que merecería; muchos lo tienen como algo ligero, jocoso o superficial, cuando encierra, por el contrario, gran profundidad, riqueza de vida y sentimiento, reflejado con  apelativos en esta escritura.

Importante potenciarlo, especialmente en personas que no han tenido la oportunidad o el interés de conocerlo, pero que como digo anteriormente, sí desestimarlo.
Quizá haya influido a ello el hecho de que se ubicara, en sus orígenes, dentro de un ambiente de gitanos, marginados, pobres…Así como también el poco favor que se le hizo, al haberlo llevado, adulterado, a barracones y teatrillos de poca categoría.

Sin embargo, quiero contraponer a esto la bonita opinión de un amigo, muy inteligente, instalado en EE.UU desde que terminó sus estudios de medicina, y que todos los años tenemos una comida juntos cuando viene a pasar unos días en su tierra y familia. En una de ellas, cierto día en que por la noche iba  yo a una actuación, le pregunté si le gustaba el flamenco, “no lo sé, no lo conozco”, me respondió. Sabia respuesta en lo que él es: una persona sabia.

Quiero felicitar y agradecer al profesor José Cenizo Jiménez  este estudio, y tener en cuenta esta gran aportación.


6 comentarios:

Pedro Delgado dijo...

Querida amiga Ramona:

Tú sabes muy bien que en las coplas flamencas se dan todos los temas y no hay hecho de la vida que no esté reflejado, de una u otra forma, en sus letras . Especialmente las llamadas populares y que alguien tuvo que crear; pero las de autor, que se están prodigando últimamente no le van a la zaga. Ya sabes que Manolito de María cantaba porque se acordaba de lo que había vivido. Las coplas son eso: vida. El maestro Cenizo sabe mucho de eso y tú también has colaborado en el asunto.

Saludos flamencos

Pedro Delgado dijo...

Por cierto, amiga Ramona, recuerdo un cante, que aunque no ensalza en especial los valores maternos, me pellizca y me encanta por dos razones principalmente:

Porque invoca a la madre para que solucione un problema (¿Qué haríamos sin las madres?)

Y por el tema o problema a solucionar y que sólo las madres podrían hacerlo si las dejaran, porque el hombre... Ya se sabe.

""Madre corre y dile al niño,
que no juegue a los combates,
que no juegue a hacer la guerra,
y desprecie a quien la hace""

(Mila Palacio Esquíu en "Cantes")

Un abrazo muy flamenco

La Gaceta Flamenca- Ramona dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
La Gaceta Flamenca- Ramona dijo...

Gracias, Pedro, por la copla. Me ha encantado.

América dijo...

Las coplas flamencas; poesía que se canta, cuanta sabiduría en las letras, sobre todas las populares, aquéllas que nos llegan cercanas y diáfanas, plenas de todos los matices de la existencia, sólo un poco de atención y como nos calan dentro.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por sus palabras. Un abrazo cabal. J. Cenizo.